RIÓ MAGDALENA UN INFIERNO SIN LLAMAS
El rio
magdalena se convierte en un infierno sin llamas debido al impacto creciente de las inundaciones esto podría
atribuirse al cambio climático a nivel global. En efecto, el cambio hace más
extremos los episodios climáticos. Sin embargo, aunque esto explica algunos
fenómenos y reviste cada vez mayor El rio magdalena se convierte en un
infierno sin llamas debido al impacto creciente de las
inundaciones esto podría atribuirse al cambio climático a nivel global. En
efecto, el cambio hace más extremos los episodios climáticos. Sin embargo,
aunque esto explica algunos fenómenos y reviste cada vez mayor importancia, no
es una explicación general del impacto de las inundaciones, ya que muchas se
producen aún durante periodos normales de lluvia y donde en otras ocasiones no
generaron problemas. Tal parece ser el caso de Colombia, donde las lluvias de
2008 no difirieron significativamente de los índices normales, pero tuvieron
efectos desastrosos. Más impactantes son los usos inadecuados del
territorio e incluso la aplicación de medidas de control. El principal es el
deterioro de cuencas por deforestación y la erosión subsecuente. La vegetación
natural regula el ciclo del agua; la cuenca boscosa de un río libera como
escorrentía entre 1 y 3% del total de lluvia que recibe; desforestada, descarga
al río entre 97 y 99% de la misma. Puede entonces suponerse lo que significa la
eliminación de los bosques: Colombia ha perdido el 40% de los suyos y en la
cuenca del Magdalena-Cauca la pérdida es superior al 80%.Además, la
deforestación acelera procesos erosivos y la sedimentación. La erosión, que
bajo cobertura natural puede ser tan baja como 0,03 toneladas de suelo por
hectárea al año, puede pasar a 90 bajo cultivo o a 138 en suelo descubierto. La
erosión incrementa la carga de sedimentos del río, que los deposita en su plano
inundable y en su canal mismo, lo cual eleva el nivel del cauce y facilita su
desbordamiento. Cuando, en su deseo de controlar las inundaciones, se
construyen barreras a lado y lado del río, el sedimento acelera el
levantamiento del canal por encima de su planicie; si las barreras se rompen,
la inundación sobreviene agravada.importancia,
no es una explicación general del impacto de las inundaciones, ya que muchas se
producen aún durante periodos normales de lluvia y donde en otras ocasiones no
generaron problemas. Tal parece ser el caso de Colombia, donde las lluvias de
2008 no difirieron significativamente de los índices normales, pero tuvieron
efectos desastrosos. Más impactantes son los usos inadecuados del
territorio e incluso la aplicación de medidas de control.
El principal es el
deterioro de cuencas por deforestación y la erosión subsecuente. La vegetación
natural regula el ciclo del agua; la cuenca boscosa de un río libera como
escorrentía entre 1 y 3% del total de lluvia que recibe; desforestada, descarga
al río entre 97 y 99% de la misma. Puede entonces suponerse lo que significa la
eliminación de los bosques: Colombia ha perdido el 40% de los suyos y en la
cuenca del Magdalena-Cauca la pérdida es superior al 80%.Además, la
deforestación acelera procesos erosivos y la sedimentación. La erosión, que
bajo cobertura natural puede ser tan baja como 0,03 toneladas de suelo por
hectárea al año, puede pasar a 90 bajo cultivo o a 138 en suelo descubierto. La
erosión incrementa la carga de sedimentos del río, que los deposita en su plano
inundable y en su canal mismo, lo cual eleva el nivel del cauce y facilita su
desbordamiento. Cuando, en su deseo de controlar las inundaciones, se
construyen barreras a lado y lado del río, el sedimento acelera el
levantamiento del canal por encima de su planicie; si las barreras se rompen,
la inundación sobreviene agravada.
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